Religioso

Patrimonio Religioso: Iglesia de San Salvador, Ermita de la Virgen de los Olmos y Ermita de la Santa Cruz

 

Iglesia de San Salvador

Es un edificio barroco del siglo XVIII construido en mampostería. Consta de tres naves cubiertas con bóvedas de medio cañón, con lunetos y estucos ornamentados con motivos vegetales y angelotes.

El cancel de entrada es de madera, de estilo neobarroco (1850). El Baptisterio también data del siglo XIX.

La torre, que se levanta a los pies, está compuesta por dos cuerpos, el inferior cuadrado y de mampostería, y ochavado y de ladrillo el superior. Se trata de una reconstrucción de la original, derribada por un huracán a mediados del siglo XX, gracias a la colaboración de Francisco Fuertes Martín. La torre termina en un agudo chapitel coronado por una cruz de forja y una veleta.

El interior del templo aparece el retablo mayor, de estilo barroco (1835), con una escultura sedente de Cristo del siglo VI. En el lado del Evangelio aparece otro retablo manierista del siglo XVII con imágenes del Salvador, la Asunción, la Virgen con el Niño, el Calvario, los misterios del Rosario,  así como de San Antonio Abad y San Pascual Bailón. Del siglo XVIII hay un retablo barroco y otro rococó con imágenes de San Antonio Abad, Santa Lucía, San Miguel y San Antonio de Padua.

En el lado de la Epístola destacan, del siglo XVI, los retablos de San Miguel Arcángel, San Roque y San Ignacio de Loyola, y otro retablo con diez tablas, dos firmadas por Villa, así como un Eccehomo y un Cristo del siglo XVII.

En el Presbiterio aparece una imagen sedente del titular de la parroquia, del siglo XVI; una Inmaculada del siglo XVII y un retablo barroco de 1835 con imágenes coetáneas de la Virgen del Pilar, San Roque y Santa Bárbara, además de la escultura de San Antonio, dorada en 1768.

La Sacristía conserva una imagen de la Virgen del Rosario, una casulla y un relicario del siglo XVI. Del siglo XVII son una custodia y un relicario en forma de templete, del XVIII una cruz procesional y una casulla (1729) y un cáliz del XIX.

La mesa sobre la que se celebra la Misa está fabricada con piedra procedente del antiguo puente del Villarejo.

 Ermita de la Virgen de los Olmos

(Foto ermita nevada

Ermita nevada. Foto: I. Calvo

Es una construcción barroca del siglo XVIII levantada entre los años 1735 y 1750 bajo la dirección de Ignacio Fabregat. Está edificada en mampostería, de una sola nave, con coro alto y cubierta con bóveda de arista y crucero con una cúpula octogonal con linterna y balcón circular interior. La fachada exterior muestra una portada de medio punto con dos óculos

La imagen titular, del siglo XIII, junto con una Virgen del Rosario del XVI y otras piezas del XVIII fueron robadas en el año 1987.  (Foto grabado Virgen. I.Calvo)

Del siglo XVIII son el retablo mayor, obra de Miguel Herver, los lienzos de la Virgen de los Olmos, un Cristo, la Sagrada Familia y las imágenes de San Joaquín, Santa Ana y Santa Águeda.

La primera advocación mariana que se conoce en Tornos es a la Virgen de la Dehesa, como protectora de la Salud, cuyo origen, como lo atestigua la imagen original, se remonta a la época en la que los territorios de esta villa fueron cedidos por el Conde de Barcelona, Ramón Berenguer IV, esposado con Petronila en 1150, al monasterio francés de Morimond, cenobio del Cister en el Marne, impulsores del culto a la virgen.

Ermita de la Santa Cruz

Foto: Ignacio Calvo

 Se encuentra en un pequeño montículo a unos dos kilómetros de Tornos en dirección a Berrueco.  Es un edificio de una sola nave con tejado a doble vertiente con portada adintelada realizada en ladrillo. En su tejado sobresale una cruz de forja cuyos brazos están unidos por decoración de tornapuntas, realizada por el último herrero de Tornos, Isidro Rabanaque. La ermita podría estar relacionada en sus orígenes con el despoblado de Santa Cruz localizado en sus proximidades. En 1985 los propios hermanos de la Cofradía de la Sangre de Cristo costearon y acometieron la restauración de la fachada y en 2017 se sometió a una profunda rehabilitación tras el hundimiento del techo, un tercio de cuyo coste fue sufragado con donaciones particulares. En esta restauración se sustituyó el antiguo suelo de baldosa roja y se conservó el altar y la cruz de forja. Quedan pendientes de restaurar la pileta del agua bendita y un lienzo de Jesús Crucificado que se encuentra muy deteriorado.

Es tradicional salir en procesión el día 3 de mayo con la Cofradía de la Sangre de Cristo, propietaria de la ermita, para realizar un responso por los difuntos.

Fuente: “Tornos. Pasado y presente” (1991. Colectiva) y Xilocapedia

 


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